La Menta es una aromática que suele medir unos 70 centímetros de altura y no requiere grandes cuidados, por lo que es muy típica en los hogares. La menta alcanza su apogeo en verano.
- Propiedades: La menta es utilizada como componente activo para aceites esenciales, analgésicos y ayuda para aliviar los síntomas de resfriados.
- Luz y Temperatura: La menta es propia de un clima templado y condiciones de semi-sombra o zonas sombrías, ya que el sol directo, quema las hojas y reduce la humedad, un requisito importante en el cultivo de la menta.
- Suelo: La mayoría de plantas aromáticas, como la menta, se adaptan a gran variedad de suelos. Sin embargo, para los perfectos cuidados de la menta se elige un suelo con buen drenaje y buen contenido en materia orgánica.
- Riego: Necesita riego en abundancia, humedad constante. Con estas condiciones se asegura un crecimiento continuado de la planta y un desarrollo y expansión del cultivo de forma veloz (la menta crece muy rápido). Si bien, antes hemos mencionado la elección del suelo con buen drenaje para evitar, entre tanto riego, el encharcamiento y la formación de hongos.
- Abonado: Es una planta especialmente exigente en abonado orgánico o mineral. Se prepara el suelo donde se vaya a cultivar con una mezcla de la tierra compost o Humus de lombriz.
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